La historia que voy a relataros
se la robé a Sibley, una joven de la
veintena de los desamparados, los marginados por el trabajo imaginario de una
sociedad futurista que un día construyó sus cimientos por encima de las nubes,
allá donde desaparecen las estrellas. Tras ese mismo cielo grisáceo cuyos
amaneceres y anocheceres fueron robados por el tiempo, esconde Sibley las ambiciones que, siendo aún
una niña que construía fuertes con sus peluches para protegerse del frío del
mundo, dibujó con ceras de colores en las paredes de su habitación. Ahora están
demasiado altas como para devolverlas a la caja de las que salieron; me
aventuro a imaginar que habrá pasado con ellas lo mismo que les sucede a aquellos
globos que, en un reclamo de su libertad, huyen coloreados hasta un horizonte
que acabará reventando sus ilusiones. En
una ocasión, Sibley me confesó que el
presunto culpable no era otro que el tiempo, y he de admitir que aún la creo; él
mismo, el señor tiempo, es el que ahora me niega las horas, e incluso los años,
que me permitan enmarcar la historia de Sibley.
Así es como, para evitar ecuaciones temporales del tipo x días + y horas – z minutos =t años, me he burlado de él robándole
un saco entero de números que pertenecen a un pasado aún por conocer.
Para presentaros a Sibley, primero he de reconocer que no
la conozco en absoluto. Ella se convirtió en mi musa por puro azar, la tarde de
un anaranjado domingo recubierto de hojarasca seca. Al ritmo que los árboles
iban desnudándose, el sol iba apagando su brillo cegador para inaugurar el
baile de las luciérnagas veloces. Vi a Sibley por
primera vez cuando detuvo su camino a ninguna parte frente a una inmensa
cristalera que reflejaba toda la calle, toda la vida de los niños que saltaban
sobre los pequeños charcos entre baldosa y baldosa, toda la muerte escondida
bajo una manta hecha de cartón. Por un efímero instante, su pequeño mundo quiso
pararse, pero los empujones de la marea de transeúntes que navegaban hacia su
propio naufragio se lo impidieron. Ella subió el volumen de las notas que
estaban golpeando sus pequeñas orejas, en un vano intento por silenciar el
quejido incesable de aquellos a los que había cortado el paso. Inmutable, como
el mármol de una estatua enterrada bajo el mar, se detuvo, clavando las plantas
de sus pies al suelo, mientras saboreaba cada bocanada de aire que se escondía
en su garganta. El blanco de su mirada no se encontraba tras esa inmensa
cristalera que reflejaba la vida de la ciudad, sino mucho más atrás, proyectada
con violencia sobre la barandilla de la entrada a un subterráneo, donde estaba
el destino de su viaje, en unos ojos que
vigilaban pacientemente sus pasos.
Sibley era una adolescente y una mujer. A veces, incluso llegaba
a ser una niña, cuando estaba a solas con sus viejos recuerdos de recortes
fotográficos y peluches empolvados. Todo en ella parecía normal, corriente,
común. Sin embargo, en cada pequeño gesto que se le escapaba, se apreciaba todo
lo contrario. Ni su forma de andar, arrastrando quedamente los talones de sus
fríos pies -incluso en verano, bajo la arena ardiente recalentada por el
mediodía, las yemas de sus dedos continuaban siendo como esas gotitas que tras
años de insistencia, forman carámbanos en los más profundo de las cuevas-, ni
su dulce forma de hablar con la mirada, ni su enloquecida, martilleante e incisiva forma de pensar. Nada en ella era normal y, por ello, se convirtió en la musa de mi anormal escritura.
Muy bonito :) Me gusta :)
ResponderEliminarSigo tu precioso blog y espero que hagas lo mismo con el mio www.gabusiek.blogspot.com
Un beso grande
Ya estoy en tu blog. Muchas gracias ^^
EliminarMe encanto como tu blog... me quedo.. te invito a pasarte por mi blog y quedarte claro si te gusta.. http://midesvandelibros.blogspot.mx/
ResponderEliminarGenial! Ya tienes otra seguidora más ^^
ResponderEliminarGracias por entrar en mi rinconcito y tus bonitas palabras te sigo yo tambien para no perderme nada me ha encantado tu blog!besos
ResponderEliminardezazu.blogspot.com.es
Gracias a ti por crear un blog tan bonito!
EliminarNos leemos :D
Un beso
¡Hola!
ResponderEliminarMe encanta... Tu blog es precioso, me quedo por aquí y espero que puedas pasarte por el mío y si quieres quedarte, serás bien recibida... :)
Besos ♥
Muchas gracias ^^ Ya tienes una nueva seguidora tu también
EliminarHola guapa, lo primero gracias por visitar mi blog, me hace mucha ilusión tenerte como nueva seguidora, y lo segundo me gusta mucho como escribes y como te expresas así que ya tienes nueva seguidora, seguiré de cerca tu blog :) un beso! :)
ResponderEliminarhttp://nessacolich.blogspot.com.es/
Muchas gracias Vanessa :D, me alegro de que te guste mi forma de escribir. Nos leemos ^^
EliminarUn beso!
¡Acabo de encontrar este pequeño rincón que es tuyo y la verdad es que me gusta mucho! Me gusta como lo tienes estructurado y lo que escribes en él. Muchísimos besos.
ResponderEliminarMe alegro mucho! Muchas gracias ^^ Yo me he pasado por tu blog y me ha encantado también. Te sigo :D
ResponderEliminarQue lindo texto, sin dudas tenés una forma de escribir que enamora. Es increíble como personas que parecen tan simples y despreocupadas tienen un mundo interior tan complejo, y vos sabés expresarlo muy bien. Te repito que con tu escritura transportás a otro mundo, escribís hermoso y es muy equilibrado con la historia y los adjetivos, que a veces empalagan, pero no es el caso. Me identifiqué en varias formas. Te leo y te sigo, besotes, gracias por comentar.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Camila, me alegro de que te guste mi forma de escribir. Es un placer contar con gente que cuida sus blogs como un tesoro.
EliminarNos leemos :)
Un beso!